Por: Simón Rausseo
MENTOR – COACHING -DISRUPTOR
Corría el año 1983 un período muy conflictivo para muchas mujeres en Latinoamérica, el divorcio era mal visto, los puestos de trabajos para ejecutivas medias o altas estaban aún concentrados alrededor del sexo masculino, algunos países hermanos estaban en dictaduras convulsionantes, la familia, como entorno social de crianza de los hijos, funcionaba dejando la responsabilidad casi en la totalidad a mamá y asignando la responsabilidad de sostén económico familiar a los papás. Aún hoy, en nuestro tiempo este modelo se repite en miles de hogares.
En ese espectacular año, mi mamá obtuvo un ¡PREMIO! la cuota aumentó al 100%, y quizás al 300%; se había iniciado un doloroso divorcio con tres pequeños hijos varones, tremendos, curiosos y con distintos tipos de inteligencias.
El momento de colapsar se presentó un día, llegando mi madre de tantos intentos fallidos de búsqueda de trabajo y llevando lo poco que tenía a su hogar destruido por el divorcio. Entró en su cuarto llorando y con vehemencia empezó a escribir en un papel por horas y horas, algunas veces borraba y tachaba. Al momento de la cena nos llamó unos minutos antes, pensamos: ¡Revisión de las la tarea que no hicimos!, mi hermano mayor un poco asustado nos buscó en la biblioteca y nos pidió que bajáramos de inmediato porque mamá estaba molesta.
MAMA ARCO, HIJOS FLECHAS
Con las manos temblorosas, con su maquillaje caído de tanto llorar, nerviosa y con voz tenue, recuerdo que nos dijo estas palabras:
HIJOS, ¿Saben lo que es un arco y una flecha? Todos respondimos: ¡SÍ MAMÁ!
Pues yo soy el ARCO y ustedes serán mis tres FLECHAS. Como el ARCO intentaré estirar mucho mi cuerda de manera de exigirles a ustedes, mis FLECHAS, más capacidades tempranamente;
Como ARCO intentaré ser responsable de lanzarlos tan lejos y tan alto como pueda, para que sean ciudadanos del mundo;
Como ARCO y FLECHA tendremos un vinculo único, irrepetible e inolvidable siempre los llevaré en mi corazón pero también en mi mente, mi corazón les ofrecerá todo este amor y mi mente les contestará desde la razón y comprensión;
Como ARCO debo saber que ustedes flechas, se moverán lejos de mí porque no me pertenecen, les daré libertad. Finalmente el ARQUERO «DIOS”, será el que nos guiará en este nuevo camino y podrá decirnos a qué blanco vamos a apuntar juntos, mientras la vida lo permita.
Recuerdo esas conmovedoras palabras y a los lejos la canción de Ben E King, STAND BY ME en un disco de vinilo 33 rpm que se había quedado sonando en el medio de la sala. Esa historia se transformó en la anécdota familiar más contada en nuestras reuniones, sobre todo como un ejemplo a seguir para abordar los momentos difíciles y la superación familiar.
Para el año 1988 por curiosidad encontré el libro de KHALIL GIBRAN en la biblioteca de mi casa con las notas y rayones de escritura de mi madre entre sus páginas, citando el texto:
Ustedes son los arcos con los que sus hijos, como flechas vivientes son lanzados a la Vida. El Gran Arquero ve la diana en el camino del infinito, y la dobla con su poder y sus flechas pueden ir rápidas y lejos. Concibe que la forma en que dobles el arco en tus manos sea para generar alegría. El también, además de amar la flecha que vuela, ama el arco que es estable.
En ese momento tomé el libro entre mis brazos y corrí hacia mamá para contarle el descubrimiento de su gran secreto, al verme ella ir hacia su dirección con el libro, abrió sus brazos, y sonriendo nos abrazamos tan profundo que el silencio se hizo cómplice de nuestro secreto ¡Aún siento el olor de ella cuando recuerdo ese momento! Ella había tomado sus notas basada en este maravilloso libro y había escrito el mejor discurso inspirador para sus hijos y para ella misma. En sus notas volaban los anhelos, sueños y la esperanza de criar bien a sus tres hijos.
En 2016, el discurso de mamá sigue vigente, no ha cambiado mucho, para mis hijos, sobrinos, y algunos niños que les hago mentoría, solamente lo complementé:
“Soy ese ARCO, pero requiero que sean flechas #VALIENTES, #SOCIALES y #DIGITALES, porque a donde apunte Dios, ustedes deben demostrarse VALIENTES, para afrontar sus propios retos y sus temores, siempre SOCIALES para estar sensibilizados a contribuir y mejorar la sociedad que les toque vivir y finalmente DIGITALES para conectarse positivamente con este mundo dinámico y digital que se reinventa a diario.”
Les deseo a todos mis amigos un feliz y próspero 2024, terminaré de escuchar una de mis canciones preferidas STAND BY ME, agradeciendo a mamá (hoy en día parte del Arquero) que apunto demasiado lejos.
«Historias de un Mentor» es una serie de relatos cortos con la idea de inspirar el viaje personal y de exploración para descubrir el potencial inherente en cada uno de nosotros, es algo que siempre resuena profundamente en muchas personas y algunos no saben por ¿Dónde comenzar? Estas experiencias y lecciones aprendidas guiaran a otros a través de sus propios descubrimientos, desafíos y caminos.
Fuente: https://bit.ly/3S71uc3