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Poner fin a la pobreza sigue siendo un desafío importante a nivel mundial. Hoy en día alrededor de 700 millones de personas en el mundo viven en extrema pobreza, mismas que subsisten con menos de USD 2 al día. Después de muchas décadas de reducción sostenida de esta difícil situación, una misión en común debería de ser poder evolucionar y salir de la crisis, misma que lleva alrededor de tres años sin ningún avance.
La Coordinadora de la Fundación Ética Visionaria, Jan Hurwitch, que trabaja en temas de pobreza, medio ambiente y justicia, afirma que unida con un grupo de personas de diferentes profesiones y edades tienen una creencia en común y es que es necesario evolucionar la humanidad para avanzar juntos y tener un mayor progreso.
Expresa que es necesario cambiar los paradigmas en los que se ha estado viviendo, apoyándose unos a otros, principalmente en América Latina, a su vez destaca su preocupación personal: es que después de muchos años trabajando en programas de desarrollo en países en desarrollo aún no está segura de esas definiciones. “Después de cinco años en Haití, mi admiración a ellos es por su capacidad de poder vivir como lo hacen, creo que todos deberían visitar este País para conocerle y ver que es por razones históricas que principalmente han pasado una serie de cosas que tiene que ver con la esclavitud”.
La destacada profesional definió que la pobreza existencial es una pobreza del alma y del espíritu y que es una de las causantes a nivel del mundo, no solamente social, económica y política, también involucra de alguna manera el medio ambiente y el planeta, mismos que es muy destructiva.
Al ritmo actual el mundo no alcanzará el objetivo global de poner fin a la pobreza para el año 2030, según estimaciones son 600 millones de personas seguirán debatiéndose en el mismo problema, sin encontrar una salida que ayude a tener un verdadero cambio para ese momento.
La pobreza se concentra en lugares donde será más difícil erradicarla: los países menos desarrollados, las zonas afectadas por conflictos y las zonas rurales remotas suelen ser las más afectadas. Las perspectivas son también desalentadoras para casi el 50 % de la población mundial que vive con menos de USD 6,85 al día, el indicador utilizado para los países de ingreso mediano alto.
En los últimos años, la pobreza en Honduras ha mantenido un «comportamiento oscilante», una situación que «se agudiza por la caída en la producción» y, en consecuencia, provoca desempleo, disminución de ingresos y precarización social de la población, que cada año aqueja de los altos costos de la canasta básica en general.
La pobreza es el reflejo de la debilidad estructural y de la economía de los países a nivel mundial, y es la que siempre afecta a un alto porcentaje de la población, pero con la crisis que se da cada año se ha acentuado un mayor incremento de la pobreza coyuntural, especialmente la generada por los fenómenos naturales que tanto han afectado nuestro país.
Un principal problema que aqueja cada país es la desigualdad social, y Honduras no es la excepción, según Jan la verdadera causa del problema radica en la codicia y un estilo de vida que no es sostenible y existe en muchos países, para muchas personas, mientras otros dos tercios de la población mundial viven con un dólar o dos al día durante un año esto se convierte en un verdadero desafío siendo estas las cifras que ha brindado el Banco Mundial.
En los diferentes países hay diferentes desafíos y lo que queda es enfrentarlos de manera conjunta, es necesario que nos convirtamos en una familia, conectarnos de tal manera que podamos construir un puente entre culturas y ver lo verdaderamente importante que es ayudarnos y estudiar a fondo cada cultura para llegar a la raíz de problema.
Los problemas humanos siguen repitiéndose de una u otra forma, no lo hemos superado nada del problema, simplemente las etiquetas son las que han cambiado y esta tiene que ver con la pobreza existencial y de seguir por esa línea seguiremos pensando en solamente en nosotros mismos, nuestra familia nuestra comunidad y nuestro país es lo que debemos cuidar y no recordamos que debemos cuidar al planeta en general que como raza humana se supone, es lo que deberíamos hacer.
Todos los que se involucran de alguna manera en querer erradicar de alguna forma la pobreza existencial tienen que tener bien claro que hay algo muy importante que no se debe olvidar y es el lado espiritual de nuestras vidas, ya que este es extremadamente importante, de no estar en contacto con esa fuente divina, se pierde el horizonte, ya que es el que nos conecta como seres humanos de no tenerlo en nuestra vida atravesamos esa neblina y ahí debemos preocuparnos porque no estaremos sirviendo a la sociedad, no estaremos haciendo lo mejor unos por otros.
Que cada generación sea mejor que la anterior, esto debe ser lo que realmente nos preocupe y de hecho que la humanidad en evolución sea una generación que vaya en avance, una generación que tenga una espiritualidad y que contemple la vida.
