Fuente de Foto: https://bit.ly/46VV2JY
La gestión educativa es un enfoque novedoso en el lenguaje pedagógico curricular. En la actualidad, el concepto de director debería ser sustituido por el concepto de gestor del proceso educativo o de un acompañamiento pedagógico, en aras del mejoramiento del proceso didáctico. Al contrario de esto, la administración de algunos centros educativos en el núcleo urbano, ha sido nefasto, arbitrario, poco competente, primero, son dictadores, asumen el poder vertical, muestran ser mandones, no dejan que exista una perspectiva participativa de toma de decisiones por el consejo de maestros.
Todo ello, nos indica que los centros educativos son centros de vigilancia, tal como lo expresa Foucault en “vigilar y castigar”. Centros de encierro, aulas de memorizaciones, “aprender a punta del acto de garrotear”. La vieja escuela, la pedagogía tradicional, donde el docente es el centro del aula de clase, y el alumno, un simple receptor de información, tal como lo expreso Freire, la educación bancaria, cobra vigencia en el sentido de docentes y directores retrógrados, que nunca dan paso a experimentar con pedagogías que vayan coherentes con la época.
Ciertos directores departamentales de Honduras, están coludidos por el color político, y no han diseñado cambios profundos en la educación, solo son burócratas de saco y corbata que llevan estadísticas escolares para cumplir con el puesto público, a muchos incapacitados les llega la oportunidad de dirigir el manubrio de la educación.
Por cuestiones éticas o científicas, es importante, sugerir a la señora Presidenta que vaya haciendo cambios enormes en esos puestos dirigidos por mediocres. En el caso de los directores de escuela enchapados a la antigua, siguen en la época de los dinosaurios dictando reglas y normas, ante la capacidad de maestros que son inteligentes, que solamente guardan silencio ante la dictadura escolar. Por ello, la gestión educativa tiene que ver en la construcción de una democracia participativa, donde el planteamiento institucional reactive las posibilidades de construir una educación más dialógica en palabras de Habermas, o no seguir siendo domas, como lo dijo, Octavi Fullat.