Literatura Letras mágicas en la obra poética y narrativa de Nabí Rodríguez

Letras mágicas en la obra poética y narrativa de Nabí Rodríguez

La forma de mirar el cosmos, de tirar la red de pescador torcido, la poesía de Nabí, camina a tientas con la fuerza de una bomba de Chernóbil, con la fuerza discreta del silencio, el estallido colosal de la palabra que se renueva, en un decir nuevo, en una escritura madura, enemiga de lo efímero y lucha por dejar que el esfuminato de una huella quede impregnada en la memoria.

Basándonos en los futuros ensayos literarios que presentaré y que los poseo en proceso de escritura. Me adelanto, a una opinión que viene a colación, los ejes fundamentales y fenomenológicos de la escritura y estilo de, Estamos Torcidos. Primero, el acto de habla se disemina en las eternas subjetividades del ser social, aunado a lo íntimo, en la eclosión de una tragedia que sopesa bajo una gramática radioactiva que impresiona a los lectores en la primera mirada.

No es una poesía forzada, porque procura la delicadeza de sintonizar el plano del contenido con la firmeza dialógica de lo formal, y ello, el contrapeso de los asuntos sociales en una visión del mundo goldmaniana, su poesía es la voz de los desposeídos, abandonados, prostitutas, outsiders, queers, negros, doñas de mercados, señores ancianos, jóvenes despistados, lógicamente con la sintaxis abreviada de ternura, y una simbiosis renuente de rebeldía, pasión desacato por temáticas sexuales, de pobreza, proletariado, tira la cuerda para medir la artera realidad que nos subsume a todos los latinoamericanos, porque no es una poesía color rosa, está escrita con sangre, lágrima, pundonor, a través del trazo enorme de la ironía y el encuentro letal con el sarcasmo cuando de amor se trata. La forma de mirar el cosmos, de tirar la red de pescador torcido, la poesía de Nabí, camina a tientas con la fuerza de una bomba de Chernóbil, con la fuerza discreta del silencio, el estallido colosal de la palabra que se renueva, en un decir nuevo, en una escritura madura, enemiga de lo efímero y lucha por dejar que el esfuminato de una huella quede impregnada en la memoria.

Exposición de las obras «Cuentería Express y Estamos torcidos» de la escritora Nicaragüense Nabí Rodríguez. Expuestos en la feria navideña de la Universidad Tecnológica de Honduras (UTH).

Estamos torcidos, demuestra sus dotes de una poeta descarnada, que dilapida la piel, que desnuda la carne, rompe la piel del poema, se desangra, y da lugar a esa sabrosura, de metáfora álgida, el poder de la anacoenosis, y la políptoton, el juego de pensamientos, los contrastes y las policromas maneras de que el lector asimile con certeza para cambiar el contexto que le rodea, el mundo, cada uno de nosotros, nos sumamos a ser parte de sus imaginaciones poéticas, que acarician como la brisa del mar, pero que también disparan su daga en la yugular a quien corresponda. Una voz auténtica, que no fluye en ninguna intertextualidad, límpida, afortunada poeta, Nabí, está hecha de palabras, de universos cuánticos, de presagios y mitos. Estamos torcidos, es una voz que lastra, cruje y se disemina como rayo que rompe las vértebras de quien asimila que estamos armónicos, cuando en verdad, “el amor descansa en paz”.

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