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Jorge Cálix ¿uno más del Partido Nacional y sus aliados?
Tegucigalpa, Honduras- Jorge Calix se encuentra en un dilema singular: buscando apoyo para su precandidatura presidencial dentro del Partido LIBRE, pero sin hallar refugio en ninguno de sus movimientos internos. Mientras Rixi Moncada consolida su candidatura con el respaldo de movimientos prominentes como el M28 y la FRP, y posiblemente de SOMOS + y POR, Calix parece estar bailando solo en este baile de precandidaturas.
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El motivo de este aislamiento no es un misterio. Su cercanía con el Partido Nacional (PN), tristemente célebre por su historia de corrupción y nexos con el narcotráfico, ha puesto una marca en Calix que los movimientos internos de LIBRE no están dispuestos a adoptar. Además, su influencia política parece limitarse al departamento de Francisco Morazán, dejándolo sin una base de apoyo a nivel nacional.
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Calix, víctima de sus propias decisiones y alianzas, se enfrenta a la realidad de que su figura no es deseable para los movimientos internos de su partido. En este escenario, si aspira a una candidatura, debe enfrentar el reto de crear su propio movimiento interno. Sin embargo, el desafío no es solo la creación de este movimiento, sino dotarlo de suficiente fuerza y apoyo para hacerlo viable, una tarea que parece ser una misión imposible para Calix.
Este panorama no es tanto una imposición de Rixi Moncada como una consecuencia natural de las elecciones y alianzas de Calix. La traición percibida a la presidenta Xiomara Castro y su colaboración con el PN han dejado a Calix en una posición precaria, un político sin hogar en su propio partido. La ironía de su situación es palpable: un político que buscó jugar a dos aguas y que ahora se encuentra sin un puerto seguro.
