Por: Galel Cárdenas
Vistos entonces los resultados electorales desde el año 2005 hasta el fecha, digamos en este siglo XXI, el bipartidismo empezó obteniendo favorables resultados, pero, cuando dieron el paso en falso del rompimiento de la misma democracia representativa , convocada por un general golpista que habían forjado con la constitución de 1980, llamado Policarpo Paz García quién entregó el territorio nacional al Comando Sur del ejército de EE. UU. para instalar la base militar en Comayagua, en donde ahora funciona el aeropuerto civil de Palmerola, que Manuel Zelaya Rosales quiso emprender, pero, la parafernalia bipartidista lo acorraló de manera exagerada, hasta que llegó su dictador JOH e hizo lo que quiso con el financiamiento del aeropuerto.
Debido a que Manuel Zelaya Rosales propuso convocar a una asamblea nacional constituyente para redactar la nueva constitución hondureña, la derecha nacional e internacional, desde la embajada americana hasta el gato del bipartidismo, se abalanzaron en contra de la propuesta y asesorados por el embajador imperial, usaron el ejército, el poder judicial, y la iglesia para derrocar al presidente que con sus votos había vencido al nacionalista Porfirio Lobo Sosa, por solamente 34.416 votos.
Pero, el dictador Roberto Micheletti del Partido Liberal, de pocas luces ilustradas, impulsado por el odio de Manuel Zelaya Rosales, entregó todo el ámbito electoral al Partido Nacional, mientras tanto, el Frente Nacional de Resistencia Popular llamó a la abstención del pueblo hondureño en noviembre de 2009, de modo que debido a esta indicación las urnas quedaron sin representación del pueblo y el Partido Nacional, ni corto ni perezoso llenó las urnas con sus votos, por lo que el resultado electoral fue de 1.213.695 votos a favor de Porfirio Lobo, que, ayudado por el apagón electrónico de las máquinas del TSE, por un espacio de varias horas, el triunfo fue contundente.
La lucha del presidente derrocado a nivel latinoamericano logró finalmente que los presidentes de Venezuela, Colombia, Ecuador y Honduras, suscribieran el Convenio de Cartagena, con el cual el FNRP logró su movimiento político, fuera inscrito en los organismos oficiales electorales, que volvieran al país, el presidente destituido junto con su Gabinete y algunos otros dirigentes en el exilio.
El FNRP no pudo ser inscrito y entonces se fundó el Partido Libertad y Refundación, con el cual Xiomara Castro se enfrentó a nivel presidencial al dictador JOH, habiendo sido derrotada por un fraude desmedido, ella obtuvo 896. 498 votos y Juan Orlando Hernández 1.149.302. En estas votaciones de 2013, Salvador Nasralla solo obtuvo 418.443 votos.
En el año 2017, el volumen electoral del FNRP y LIBRE se unieron para enfrentar la candidatura del dictador, y así organizaron la Alianza entre el PINU, el Partido Anticorrupción (PAC) comandado por Salvador Nasralla. La votación quedó de esta manera: Partido Nacional, con JOH, 1.410.888 votos; Alianza, con Salvador Nasralla obtuvo 1.360.442. Y luego, en la siguiente ronda eleccionaria del año 2021, Xiomara Castro (siempre acompañada de otras alianzas) logró 1,716,793 boletas electorales, mientras que Nasry Asfura ascendió hasta 1.240.260. Nunca antes, hubo un volumen de votos de esa magnitud.
El pueblo hondureño había tomado justicia contra el bipartidismo, habiendo depositado más allá del 1.240.260 del candidato presidencial nacionalista, hubo 476.533 electores que castigaron al dictador. El bipartidismo ha caído en declive con esa alianza conservadora, anticomunista y retrógrada del Partido Nacional y el Partido Liberal.
En el año 2022 se les adhirió Salvador Nasralla que asumió un discurso pavoroso de odio, rencor, maledicencia, racismo y discriminación social, peor que la perorata del máximo dirigente del Partido Nacional Tomás Zambrano. Al quedar el dictador fuera de la competencia electoral no pudo ya manipular a su antojo la maquinaria electrónica del CNE, con ello el Partido Nacional quedó a expensas de la voluntad popular. ¿Ahora bien, que fue del Partido Liberal? Este Partido conservador fue el primero en observar una merma en sus captaciones eleccionarias, el pueblo no perdonaría la puñalada política y personal que le asestaría al presidente del poder ciudadano representante de la bandera rojiblanca.
La ciudadanía indignada, lo primero que hizo fue lanzarse a las calles a protestar en contra del golpe y del dictador Micheletti, el pueblo identificó más a Micheletti como el enemigo de sus propias aspiraciones que al propio PN. Tanto fue el disgusto que, en las enormes marchas populares, los liberales de la base del partido iban enarbolando la bandera de la enseña rojo, blanco y rojo. El primer resultado negativo fue en 2009 con 817.524 con Elvin Santos; el resultado de 2013 fue de 632.320 con Mauricio Villeda; el resultado de 2017 fue de 484.187 con Luis Zelaya; y el resultado de 2021 fue de 335.762 con Yani Rosenthal. Así que si en el año 2005 el PL obtuvo 999.006 y en el año 2021 obtuvo 335.762, con lo que perdió un volumen de 663.244 votos del pueblo. Ahora se pondrá en línea los candidatos liberales desde 2005 al 2021. Mel Zelaya, 999.006, Elvin Santos, 817.524, Mauricio Villeda, 632.320, Luis Zelaya, 484, 187, Yani Rosenthal, 335.762. El electorado hondureño a partir del año 2009 ve con ojo crítico quienes son traidores, renegados e impíos en el en el país, así como en el Partido Liberal y el Partido Nacional. Desde 2009 nació un movimiento de masas muy grande y ese fue el Frente Nacional de Resistencia Popular que dirigió toda la resistencia en contra del golpismo y la dictadura de JOH y el bipartidismo neoliberal y fascista.
Fue una lucha sorda, desigual, martirizada, pero esencialmente esperanzadora, firme y de convicciones políticas ligadas a la refundación del país, con su máximo sueño: la instalación de la asamblea nacional Constituyente y la nueva constitución refundadora del país. Mientras tanto llega ese momento histórico, el Partido LIBRE y el pueblo hondureño siguen empeñados en asegurar que el siguiente torneo electoral arroje los mejores números que sean capaces de derrotar los insanos propósitos del oscurantismo político unido de los partidos reaccionarios, anticomunistas, neoliberales y enemigos del pueblo y de la patria.
En los dos años que restan para las elecciones del año 2025, LIBRE y la presidenta Xiomara Castro están realizando los más óptimos esfuerzos por satisfacer las necesidades del pueblo y de la nación ante los retos de superar las barreras de la miseria, el despojo, la corrupción, la criminalidad, y sobre todo, lograr la reconstrucción de un Estado desmantelado, derruido y saqueado como si fuera el botín inmensurable que las élites perversas han cooptado para sus beneficios personales de enriquecimiento ilegal y depredador. El declive de los partidos neoliberales y fascistas es un hecho histórico sin precedentes en el país, el pueblo sabe que en su dedo meñique elector reside su fuerza política de reivindicación social.